¡Buenos
días a todos y todas!
El
pasado Jueves realizamos una excursión al barrio de La Coma, en Paterna. Es un
barrio castigado por los prejuicios y las pocas ayudas para mejorar la calidad
de vida de sus habitantes.
Pero
en todo ese caos, un Educador Social llamado Ferran llegó al barrio hace unos
años y con tan solo una camioneta comenzó a las personas y que estás confiaran
en él.
Se
denomina a él mismo “Educador de carrer” ya que para él, el cambio empieza implicándose
con la gente, en las calles y no en un despacho sin conocer las necesidades ni
los problemas que el barrio tiene.
Hicimos
varias visitas durante la mañana, primero fuimos a la escuela “C.E.I.P. La Coma”
donde la directora tuvo la amabilidad de hablar con nosotros unos minutos.
Mostró su orgullo por nuestra visita, dijo que trabajar en este barrio podría
resultar muy complicado, pero que solo trabajando en equipo podrían llegar al
cambio. Tanto las escuelas, como Ferran, los servicios sociales y el centro de
día de La Coma trabajan unidos para ayudar a esos niños y niñas que no tienen
una vida fácil, se encuentran desamparados o sufren algún tipo de maltrato.
También
nos informó de que estaban grabando un documental sobre la escuela y el barrio,
para dar otra visión positiva sobre el barrio, se subirá directamente a la red.
El documental se titula: Los ritmos de
La Coma. ¡Espero que podáis disfrutarlo!
Luego
acudimos al campo de fútbol de La Coma, donde nos encontramos con los
encargados del futbol, los Servicios Sociales y los Scouts. Hablaron sobre la
situación de muchos niños y niñas que ellos son un referente para ellos, que
por unos momentos en su vida pueden olvidar todos los problemas que tienen en
casa, además de enseñarles unos hábitos que sus padres y madres no les
enseñaron.
Al
igual que en el Centro de Día, donde pudimos hablar con la coordinadora. Nos
habló sobre sus experiencias, de cómo ellas les ayudaban en todo aquello que necesitaban tanto como a
fotocopiar papeles a enseñarles el respeto, la cooperación, etc. Trabajan con
niños y niñas de 5 a 16 años y de 16 a 18 años. Son un referente para ellos,
acuden buscando ayuda, confían en ellas y todas las tardes dan de merendar a
esos niños y niñas.
Por último, conocimos
dos asociaciones, una de ellas era la de Joves Solides, la mayoría son
voluntarios que trabajan para acabar con la exclusión y que haya un
emprendimiento social, innovación, y cooperación y educación para el
desarrollo. Tienen un proyecto denominado “Telecentro” donde en un centro se
encargan de ayudar a los más mayores o por la situación económica no disponen
de un ordenador propio. Les ayudan a aprender el uso de las tecnologías, rellenar
papeleo por internet, además de diversos curos para acabar con las brechas
digitales
Fue
una experiencia muy interesante y reveladora, donde queda claro que los
estigmas por etnias y por tu procedencia te arrastran y nunca te dejan lograr
el éxito. Me alegra haber conocido a estas personas que buscan mejorar no solo
al barrio sino a esos niños y niñas que tienen una vida por delante. Todos somos
valiosos y sé que ellos lograrán cosas muy grandes si se les diera la
oportunidad.
Con
esto me despido, pero ….¡No es un adiós, es un hasta pronto!
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